Gloria Mendoza Borda: Mi Abuela, mi Patria
Rosina Valcárcel
El reciente libro cálido de la apreciada amiga puneña, Gloria, Mi Abuela, mi Patria, Lima Arteidea 2018, es un ramillete compuesto por dieciocho poemas que tantea la estirpe materna en la evocación, en las aficiones y clarividencias.
Si bien se encuentran pinceladas de esta búsqueda en la mayoría de sus obras, es en esta en que sus huellas se perfilan con claridad, asevera tenaz la colega Carolina O. Fernández.
El título atestigua y precisa la poética de afirmación identitaria descolonial. El yo poético se reencuentra con Sollata, la comunidad campesina y el territorio que la vio llegar a la tierra y con el tronco materno a través de la abuela en su imperativo siendo en el ámbito simbólico (dixit, O. Fernández).
Si bien el planetario alimento materno, de aseveración, fue desgajado cuando la alejaron del territorio de la abuela Gumercinda, su figura ha estado y está latente hasta mudarse a su cara patria grande.
Leamos el texto perceptivo de nuestra compañera Mendoza Borda:
Ella fue mi madre grande. Mi primera artista en vivo
Jamás la olvidaré
Creando muñecas de trapo para mí
Esbozando los ojos negros, la boca socarrona
Las chapas rojas
Haciéndole vestidos para que juegue
Con imaginarios zorros de los cerros
Gustaba esbozar paisajes andinos
Con aguja y dedal
Su taller junto al fogón (poema II, p. 21)
Lima, Martes 1° de enero de 2019